"Casablanca" es una película estadounidense dirigida por Michael Curtiz en 1942. Se basa en la obra teatral "Todos vienen al café de Rick" ("Everybody comes to Rick’s") de Murray Burnett y Joan Alison, que nunca fue puesta en escena. Para el proyecto cinematográfico se la rebautizó como "Casablanca", tal vez intentando imitar el éxito de otra cinta del año38 titulada "Argel.15". Su rodaje comenzó el 25 de mayo y finalizó el 3 de agosto, alcanzando un coste de producción de algo más de un millón de dólares. Se rodó completamente en las dependencias de los estudios excepto la secuencia que muestra la llegada del mayor Strasser, que se llevó a cabo en el Aeropuerto Van Nuys. La primera opción del afamado productor Hal B. Wallis para realizar el film fue el prestigioso William Wyler pero, como en aquel momento no estaba disponible, decidió escoger -después de barajar varios nombres- a su amigo Michael Curtiz.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Rick Blaine (Humphrey Bogart), un estadounidense cínico y amargado, expatriado por causas desconocidas, administra el local nocturno más popular de Casablanca (Marruecos), denominado el «Café de Rick». Se trata de un lugar exclusivo y, al mismo tiempo, de un antro de juego que atrae a una clientela muy variada, desde gente de la Francia de Vichy a oficiales de la Alemania nazi, asilados políticos y ladrones. A pesar de que Rick asegura ser neutral en todos los campos, posteriormente se revelará su participación en el tráfico ilegal de armas hacia Etiopía con el objetivo de combatir la invasión italiana de 1935, y en la Guerra Civil Española junto al bando republicano.
Una noche, un criminal menor llamado Ugarte (Peter Lorre) llega al club portando unas «cartas de tránsito» (literalmente, «letters of transit»), documentos valiosos que ha obtenido tras asesinar a dos mensajeros alemanes. Se trata de una especie de salvoconductos que permiten a su poseedor el libre tránsito a través de la Europa controlada por los nazis y la posibilidad de llegar incluso a la neutral Lisboa, desde la que se podía partir hacia los Estados Unidos. Por eso, dichos documentos tienen un valor incalculable para cualquiera de los refugiados que esperan en Casablanca su oportunidad de escapar. Ugarte planea vender los salvoconductos esa misma noche pero, antes de que la compraventa tenga lugar, es arrestado por la policía local al mando del Capitán Louis Renault (Claude Rains), un corrupto oficial de la Francia de Vichy que quiere complacer como sea a los nazis. De manera subrepticia, Ugarte deja las cartas al cuidado de Rick porque «de algún modo, debido a que tú me desprecias, eres el único en quien yo confío». Entretanto, la razón de la amargura de Rick llega de nuevo a su vida. Se trata de su ex-amante, Ilsa Lund (Ingrid Bergman), quien le había abandonado en París sin dar explicaciones y que, junto a su esposo Victor Laszlo (Paul Henreid), entra al Café esa noche para comprar las cartas. Laszlo es un renombrado líder de la resistencia checa que se enfrenta al nazismo. La pareja necesita esa documentación para abandonar la ciudad marroquí y partir hacia Norteamérica, donde él podrá continuar su labor política. La noche siguiente, Laszlo -sospechando que Rick tiene las cartas-, se entrevista con éste, quien se niega a entregárselas y le pide que le pregunte a su esposa el motivo. Rick sigue resentido con Ilsa pero esa misma noche, una vez que el local ha quedado desierto, ella lo confronta. Cuando él se niega a entregarle los salvoconductos, ella lo amenaza con una pistola pero, incapaz de disparar, le confiesa que sigue amándolo y le explica que, cuando lo encontró por primera vez y se enamoró de él en París, pensaba que su marido había sido asesinado en un campo de concentración. Sin embargo, al descubrir que Laszlo había logrado escapar, dejó a Rick sin explicación alguna y regresó junto a su esposo. Además, le confiesa que fingió haber abandonado la ciudad para evitar que su amante se quedara a buscarla, exponiéndose a ser capturado por los alemanes.
El largometraje fue exhibido por primera vez en el Teatro Hollywood de Nueva York el 26 de noviembre de 1942 a fin de que la proyección coincidiera con la invasión de las tropas aliadas de la costa norte de África y con la captura de la ciudad de Casablanca. El estreno oficial fue dos meses después, el 23 de enero de 1943. En los Oscar correspondientes a aquella edición -entregados el 2 de marzo de 1944- "Casablanca" se alzó con tres de ellos (mejor guion adaptado, mejor director y mejor película) y fue nominada a otros cinco.
Uno de los puntos fuertes de su reparto es la amplia variedad de nacionalidades de los actores que lo integran. De hecho, solo tres de los intérpretes que figuran en sus créditos son estadounidenses. La película refleja, por encima de todo, la portentosa pasión entre Humphrey Bogart e Ingrid Bergman. Asimismo, la galería de personajes que se reúnen cada noche en el local de Rick Blaine es extraordinaria. Ahí están el cínico y oportunista capitán Renault (un impagable Claude Rains), el noble marido Victor Laszlo (Paul Henreid), el fiel amigo Sam (Dooley Wilson), el pobre y mediocre Ugarte (Peter Lorre), el gordo Ferrari (Sydney Greenstreet), el entrañable Carl (S.Z. Sakall) y el “ruso loco” Sasha (Leonid Kinskey). Todos ellos contribuyen a lograr el ambiente verdaderamente inolvidable del Rick’s Café Américain. Rick Blaine, el mítico personaje interpretado por Humphrey Bogart, ha quedado para la memoria colectiva como arquetipo de hombre rudo y amargado cuya entereza moral, idealismo y grandeza de corazón salen a la superficie cuando la ocasión lo requiere. Hasta entonces, sobrevive día a día como el escéptico solitario que recibió en el pasado el golpe mortal de una mujer a la que nunca ha podido olvidar.
Escenas de Casablanca
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