Ya desde el pasado año tuve la sensación de que las nominaciones al Goya a la mejor dirección novel presentaban mayor interés y calidad que otras categorías supuestamente más relevantes. Así, tanto David Pinillos, el ganador de este galardón reservado a los debutantes, como su cinta Bon appétit, me parecieron de lo mejor del cine español del 2010. De hecho, la trama y los personajes superaban con creces los de la terna de candidatos a mejor película. Sospecho que la próxima edición del certamen no va a ser muy diferente, dado que operas primas como Eva de Kike Maíllo o esta Seis puntos sobre Emma de Roberto Pérez Toledo aportan a la cinematografía nacional mayor frescura, originalidad, intensidad y brillantez que otros títulos de directores que acaparan mayor popularidad mediática.
En cuanto a Pérez Toledo, se trata de un joven realizador nacido en Lanzarote que, para sacar adelante su primer proyecto, se ha hecho cargo tanto del guión como de la dirección. Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Salamanca, ha rodado varios cortos, entre ellos, Los gritones, que ganó el Premio Especial del Jurado en el Festival “Notodofilmfest”.
Seis puntos sobre Emma relata la historia de una chica invidente, obsesionada con ser madre, que se ve envuelta en un triángulo sentimental de difícil control.
La interpretación de ambos protagonistas constituye el plato fuerte del largometraje, que se centra en ellos y les ofrece un amplio abanico de conflictos y de encrucijadas personales. Pese a estar salpicado de toques de humor, es un drama interesante y bien narrado pero, como todo debut, también tiene sus sombras. El desnivel de calidad entre la pareja principal y el resto de intérpretes es notable, así como el hecho de que algunos flecos de la historia quedan sin resolver. Pero, en todo caso, son vicios menores que no empañan una obra recomendable en su conjunto y que agradará a los aficionados al análisis de los conflictos interiores y emocionales del ser humano.
Rodada íntegramente en Tenerife, los habitantes de la isla reconocerán los exteriores a la perfección, si bien lo esencial es el viaje hacia sí mismos de la propia Emma -la joven ciega- y de Germán, el psicólogo que la guía dentro de su grupo de autoayuda. Tanto Verónica Echegui como el lagunero Álex García merecen una especial mención, ya que sobre sus interpretaciones descansan los pilares centrales de la película y, por lo tanto, a ellos se debe en gran medida su buen funcionamiento. La actriz saltó a la fama gracias a su papel en Yo soy la Juani de Bigas Luna, mientras que él debe su actual popularidad a su participación en la serie televisiva Tierra de Lobos.
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