viernes, 28 de junio de 2024

DEL REVÉS 2 (Inside Out 2)



Además de revolucionar la informática, la tecnología y la música, Steve Jobs también innovó en el mundo del cine. De hecho, Pixar tiene su origen en el célebre visionario y empresario californiano. La originalidad, gracia e inventiva de esta productora a la hora de apostar por el género de animación marcó una época. Su primer largometraje, “Toy Story”(1995), recibió una nominación al Oscar al mejor guion original, una excepcionalidad dentro de una especialidad que hasta entonces se denominaba de “dibujos animados”. No existía aún la estatuilla en esa categoría, un galardón que como tal se creó en 2001. Posteriormente, títulos como “Monstruos S.A.”, “Los Increíbles” o “Up” elevaron dicha modalidad cinematográfica a un nivel superior. Cinco años más tarde, su gran competidora, la factoría Disney, adquirió Pixar por 7.400 millones de dólares (unos 6.000 millones de euros). La extraordinaria rentabilidad del estudio presagiaba un negocio redondo. Así, “Toy Story” costó treinta millones de dólares y consiguió casi cuatrocientos en todo el mundo, mientras que “Buscando a Nemo”, de noventa y cuatro pasó a mil. Pero, incluso esa barrera del millar de millones de recaudación, la sobrepasó “Toy Story 3”. Por lo tanto, se trataba, en efecto, de una inversión interesante y rentable.

A partir de aquel momento, la compañía que había dominado la industria durante una década de forma indiscutible (tanto en crítica como en público), comenzó a experimentar un declive, ya que, en ocasiones, las estrategias empresariales van por un lado y la genialidad artística por otro. A mi juicio, Pixar perdió parte de su esencia a cambio de aumentar su capacidad de “merchandising” y su cuota de mercado, dejando de representar la marca y el estilo con los que había triunfado.

“Del revés (Inside Out)”, ya con la firma conjunta de Disney y Pixar, se estrenó en 2015, ganando el Oscar a la mejor película de animación y siendo de nuevo candidata al de mejor guion original. Constituye, posiblemente, la última gran cinta con el sello de Pixar que analiza de manera divertida y analítica cómo los sentimientos se alzan con el protagonismo en la vida de una niña. A casi una década vista, llega ahora a las carteleras “Del revés 2”, que en absoluto puede calificarse negativamente. No obstante, y aunque mantiene buena parte de los aciertos de su predecesora, evidencia cierta propensión a recorrer caminos ya transitados, resultando menos arriesgada, original y graciosa. Y es que siempre supone un hándicap enfrentarse a un listón previo tan elevado.

La niña de la primera entrega entra en la adolescencia y su cabeza se prepara para asumir nuevos cambios y sentir nuevas emociones. Alegría, Tristeza, Ira, Miedo y Asco no saben muy bien qué hacer cuando aparecen Ansiedad, Envidia o Vergüenza. Estas recién llegadas alcanzarán el centro de control de la joven y cambiarán su vida, de tal manera que los antiguos sentimientos habrán de esforzarse por tomar de nuevo  las riendas y evitar un colapso emocional.

El modelo de éxito de la parte 1, así como sus personajes y materiales, conforma mayoritariamente la parte 2. Los creadores juegan sobre seguro, y se nota. La pena es que, comparativamente, en esta ocasión sale perdiendo, por más que la hora y media de proyección presenta un baremo todavía destacado. Sin duda, volverá a triunfar en la taquilla y continuará agradando a pequeños y mayores. Ahora bien, en mi opinión no es un producto de Pixar, o no del Pixar de sus inicios.  

Kelsey Mann debuta en la animación con este film. Hasta la fecha había participado en los aspectos técnicos de “Monstruos University” o “Star Wars: The Clone Wars”. En la versión original, se puede escuchar la voz de la excelente Diane Lane, (“Cotton Club”, “Un pequeño romance”, “Infiel”, “Bajo el sol de la Toscana”), como madre de la adolescente. El personaje de padre corre a cargo de Kyle MacLachlan (“Terciopelo azul”, “Dune”, “Twin Peaks”). “Ansiedad” habla a través de Maya Hawke (Stranger Things), hija de los actores Uma Thurman y Ethan Hawke. En cuanto a la versión doblada al español, Michelle Jenner encarna a Ansiedad, Gemma Cuervo a Nostalgia y Rigoberta Bandini a Envidia.



viernes, 21 de junio de 2024

RESPIRA (Breathe)



La visión que ofrece el mundo del cine sobre el futuro del planeta no es ni mucho menos optimista y, sin duda, cuenta con razones para ello. El número de películas ambientadas en el porvenir, que recrean un panorama desolador y un escenario catastrófico, son mayoritarias. Ahora llega a las pantallas “Respira”, cinta ambientada en un globo terráqueo sin apenas oxígeno. Tras ese punto de partida, se desarrolla apenas hora y media de proyección que, pese a su corta duración, se hace larga, en gran medida por culpa de un guion falto de enjundia y de una carencia de solidez en la construcción de los personajes. Y es que para rodar un proyecto no basta con tener una idea. La ambientación y la intriga de la trama sirven para captar la atención del espectador durante un breve lapso de tiempo. A partir de ahí, se evidencia una escasa habilidad narrativa y una pobre configuración de los papeles principales.

La historia se asienta sobre algunos actores conocidos y sobre el atractivo visual que casi siempre generan unas escenografías diferentes a las del tiempo presente. Se aprecia en el argumento cierto germen de plan, pero también se queda a medias, a modo de episodio piloto de una serie televisiva que interrumpe el rodaje por falta de presupuesto, si bien, en el caso que nos ocupa, la falta es de inventiva. Tanto la deficiente conexión entre los tramos como la tensión fallida que pretende transmitir, tornan el resultado final en artificial y poco creíble.

La escasez de oxígeno ha convertido la Tierra en un planeta casi inhabitable. Para sobrevivir, una madre y su hija se ven obligadas a confinarse en un búnker subterráneo. Para asomarse al exterior, deben ponerse un traje especial diseñado por el padre de la familia, desparecido tras una salida a la superficie. La llegada de una misteriosa pareja que dice saber dónde se encuentra el progenitor, hará que ambas bajen la guardia. Sin embargo, los nuevos visitantes esconden secretos e intenciones inconfesables.

En el cartel anunciador del largometraje destaca el nombre de Milla Jovovich, aunque lleva a cabo una participación secundaria. La ucraniana comenzó a alcanzar la popularidad en 1991, gracias a la segunda parte de “El lago azul” (“Regreso al lago azul”), y ya obtuvo la fama mundial como musa del cineasta francés Luc Besson en “El quinto elemento” y “Juana de Arco”, para posteriormente embarcarse en la saga de seis títulos de “Resident Evil”. Encasillada desde entonces en el género de acción, se ha ganado un puesto en la industria del celuloide, aunque prometía más como actriz a las órdenes de Besson.

Formando parte del equipo artístico figura Jennifer Hudson. Ganadora de un Oscar por su debut profesional en “Dreamgirls” (2007), no ha logrado superar aquel listón inicial. “La vida secreta de las abejas” y “Respect” destacan dentro  de su filmografía. Les acompaña Sam Worthington, otro habitual del cine de acción y aventuras (“Terminator: Salvation”, “Avatar”, “Furia de titanes”), con determinados  trabajos más interesantes, como “Sólo una noche” o “La deuda”.

El resto del reparto lo integran nombres bastante desconocidos, entre ellos la joven Quvenzhané Wallis quien, pese a su corta edad, ha intervenido en las notorias “Bestias del sur salvaje”, “Annie” (versión de 2014) o “12 años de esclavitud”. Junto a ella aparece el actor denominado “Common”, visto en “John Wick: Pacto de sangre” y “Escuadrón suicida” (2016).

En definitiva, un filme claramente menor, a pesar de un presupuesto cercano a los setenta millones de dólares que tendrá muy complicado rentabilizar. El hecho de que su estreno a nivel mundial el día 4 de abril haya tenido lugar en Azerbaiyán, Ucrania y Francia (en este país, directamente en plataformas), da la medida de su exiguo recorrido en las taquillas.



viernes, 14 de junio de 2024

BAD BOYS: RIDE OR DIE



Hace casi tres décadas se estrenó “Dos policías rebeldes”. Por aquella época, Will Smith triunfaba con la serie televisiva “El príncipe de Bel-Air”, donde interpretaba a un adolescente, pese a superar con creces esa edad, y explotaba su vis cómica y una faceta musical que le llevó a ganar hasta cuatro premios Grammy. Todavía no había obtenido el éxito de taquilla de “Independence Day”, pero su reclamo como joven gracioso y con marcha atraía a numeroso público. Aunque “Dos policías rebeldes” dista mucho de ser una buena película, su estética y ritmo, unidos a la presencia del guasón de Smith, contribuyeron a obtener unos ingresos de ciento cuarenta millones de dólares a nivel mundial, cifra más que destacada para una cinta con un presupuesto de apenas diecinueve.

Y pasó lo que suele pasar. Se rodó una segunda parte, una tercera y, ahora, se estrena la cuarta. El protagonista ya cuenta a día de hoy con más de cincuenta y cinco años, pero sigue luciendo las mismas camisetas ajustadas y, al parecer, el mismo nivel físico de antaño, casi los mismos chistes, las mismas peleas coreografiadas y el mismo estilo visual y musical. Sin embargo, el hecho cierto es que sus predecesoras continúan recaudando  y que, si bien ahora los presupuestos superan con creces al de la original, su rentabilidad no desaparece.

Yo mismo vería algunas escenas de “Dos policías rebeldes” si me topase con ella algún canal de televisión, probablemente para retrotraerme a 1995 y reencontrarme con aquellas sensaciones de mi veintena, cuando contemplaba la vida de otra manera. Supongo que se trata de un inevitable ejercicio de nostalgia, como cuando escuchas una canción de los ochenta o los noventa que asocias a otra etapa vital. Pero, salvo algunos planos que todavía me provocan una sonrisa gracias a la innegable capacidad humorística de Will Smith, la aportación cinematográfica resulta escasa.

Esta cuarta entrega supone una forma de vivir de las rentas del pasado, la reiteración de una fórmula muy amortizada ya con sus tres predecesoras. A ratos no se sabe si han rodado un videoclip o han programado un videojuego. El galimatías de guión tampoco parece importar en exceso. Se limita a incorporarse a esa corriente tan cansina y reiterada de apabullar visualmente. Aisladamente se puede descubrir alguna escena digna de atención, pero se precisa de un contenido mucho mayor para cubrir ciento quince minutos de proyección. De hecho, el trailer me gustó bastante más que el largometraje.

Los dos policías más intrépidos e insolentes de Miami se enfrentan a una nueva amenaza: una peligrosa red de narcotraficantes se está infiltrando en el mercado con una letal droga de diseño. Sin perder su vertiente temeraria y su sarcástico humor, ambos se embarcan en una misión llena de persecuciones vertiginosas, explosiones y tiroteos, mientras tratan también de poner orden en sus propios asuntos.

Smith ganó un Oscar por “El método Williams”, precisamente en la gala del incidente que derivó en su veto de actos y celebraciones por parte de la Academia de Cine de Hollywood. A mi juicio, no obstante, su mejor papel lo desarrolla en “Ali”, de Michael Mann, al tiempo que ha apuntalado su faceta de héroe de acción y exponente del humor en títulos como “Yo, Robot”, “Men in Black” o “Soy leyenda”.

De nuevo le acompaña Martin Lawrence, con una filmografía más polarizada hacia la comedia absurda. “Esta abuela es un peligro”, “Esta abuela es un peligro 2” y “Esta abuela es mi padre” conforman un visión muy certera de dicha afirmación. También figuran en el reparto Vanessa Hudgens (“High School Musical”), Alexander Ludwig (“Los juegos del hambre”, “El único superviviente”) y Eric Dane (“X Men: La decisión final”, “Burlesque”).



viernes, 7 de junio de 2024

ARTHUR (Arthur, The King)



Como quiera que la realidad supera a la ficción, a menudo se recurre a hechos verídicos con el fin de buscar relatos dignos de ser contados. La película “Arthur” se basa en la verdadera historia de Mikael Lindnord, un atleta sueco especializado en competiciones de alto rendimiento y extrema complejidad. En el año 2014, Lindnord viajó a Ecuador para competir en el Campeonato Mundial de Aventura Huairasinchi (palabra del dialecto Kichwa que significa “la fuerza del viento”), que se caracteriza por pruebas y carreras con un elevado e intenso nivel de exigencia. Durante la competición, el equipo del atleta se cruzó con un perro callejero en muy malas condiciones, al que ofrecieron un poco de agua y comida. A partir de ese momento, les acompañó durante el resto del torneo, llegando a superar todos los obstáculos, distancias y adversidades de tan singular contienda. Al final, se forjó una relación tan estrecha entre el hombre y el can que le llevó a adoptarlo definitivamente.

Dirige la cinta Simon Cellan-Jones, a cargo de una amplia trayectoria en el mundo de la televisión, con series destacadas e interesantes como “La diplomática”, protagonizada por una estupenda Keri Russell, o “Years and Years”, divertida y excéntrica propuesta con Emma Thompson en el reparto. Para las salas de proyección tan sólo había dirigido “Plan en familia”, una comedia de acción interpretada por actores notables, pero que no dejaba de ser una propuesta endeble y bastante previsible en su planteamiento. Ahora estrena “Arthur”, un film agradable a la vista, en tanto en cuanto contiene ese espíritu siempre reconfortante de superación de la adversidad a base de tenacidad personal, y que se halla repleta de buenas vibraciones y nobles sentimientos. Dicho esto, el largometraje no arriesga en absoluto, por lo que vuelve a caer en lo esperable, si bien suscita en el espectador esa grata y cómoda sensación de participar en una hermosa trama y compartir sus profundos valores.

Así pues, su definición más adecuada es la de propuesta agradable y bienintencionada, sin actuaciones extraordinarias, ni momentos memorables, ni diálogos o secuencias especialmente significativas, pero con las suficientes dosis de entretenimiento y encanto como para disfrutar durante sus cien minutos de duración.

Abundan las muestras cinematográficas sobre la particular relación entre el ser humano y los animales, desde delfines (“Mi amigo Flipper”) a ballenas (“Liberad a Willy”), pasando por leones (“Mia y el león blanco”), caballos (“War Horse”) y un largo etcétera. Obviamente, los perros integran un apartado propio y cuentan con el listado de títulos más extenso. Determinados planos de “Arthur” me remiten, por ejemplo, a la entrañable “Siempre a tu lado, Hachiko”, con Richard Gere encabezando el elenco, y que también se basa en una historia real. Y, aunque no destaca en demasía en este conjunto global, refleja esa misma ternura y esperanza que se saborea apaciblemente.

Como sucede con el anterior proyecto de Cellan-Jones en pantalla grande, el elegido para protagonizar el relato es Mark Wahlberg, interesante actor que, pese a una carrera profesional bastante asociada al género de acción, también ha llevado a cabo intervenciones más dramáticas y arriesgadas que acreditan su capacidad delante de la cámara. “The Fighter”, “Infiltrados”, “The Lovely Bones”, “La tormenta perfecta” o “Boogie Nights” dan fe de ello. En su faceta de héroe se popularizó gracias a “The Italian Job”, “Shooter: El tirador” y “El único superviviente”, demostrando efectividad en su labor.

Junto a él participan Simu Liu (“Barbie”), Nathalie Emmanuel (vista en las últimas entregas de “Fast & Furious”), Juliet Rylance (“Frances Ha”) y Ali Suliman (“Red de mentiras”).