La
producción de Ira de Titanes, la segunda parte de Furia de Titanes, ha contado
con un presupuesto de ciento cincuenta millones de dólares en atención,
exclusivamente, a su coste de realización y, por lo tanto, sin tener en cuenta
otras partidas de promoción y comercialización. Y, cuando uno ve el resultado
final, comprueba cómo se ha empleado ese dinero –mayoritariamente en efectos
especiales y diseño de producción- y llega a la conclusión de que, por esta
vía, el séptimo arte está condenado al fracaso. Es cierto que la realización
técnica es impecable, que visualmente cuenta con escenas impactantes –si es que
las criaturas mitológicas descomunales y las peleas con estética de videojuego
vertiginoso pueden calificarse de ese modo- y que, en general, se presenta con
un envoltorio que desprende destellos de épica y de ritmo endemoniado. Pero,
por más que yo sea un defensor del cine de entretenimiento, también considero
que entretener no consiste en apabullar visualmente con imágenes
grandilocuentes, sino que hay que partir siempre de una idea interesante, de un
guion bien construido a base de diálogos inteligentes y de personajes
atrayentes y cautivadores, capaces de ser recordados más allá del tiempo que
dura la proyección. Desgraciadamente, todas estas
“mega-super-hiper-producciones” millonarias pecan de relegar estas exigencias a
un segundo o incluso un tercer plano.
Podría
afirmarse que Ira de Titanes supera en algunos aspectos a su predecesora (una
circunstancia poco habitual), que las tres dimensiones están muy logradas, que
la acción es, a ratos, de una intensidad aceptable, que para la isla de
Tenerife ha supuesto una importante promoción ya que ha sido rodada en varios
sus parajes. Sin embargo, es innegable que, en ningún momento, logra quitarse la
etiqueta de producto vacío, sólo apto para el consumo de palomitas y para
rellenar un tiempo muerto con el que no se sabe qué hacer. Agradará a los muy
aficionados a este específico subgénero de las aventuras mitológicas de gran
impacto visual pero, fuera de este grupo, Ira de titanes naufraga y pasa a
engrosar la ya larga lista de films que en su día se vieron pero que no
aportaron nada significativo ni al séptimo arte ni a los espectadores que
pasaron por taquilla.
Para
colmo de males, recaudó en Estados Unidos en su primer fin de semana treinta y
cuatro millones de dólares, cifra muy por debajo de los más de sesenta que
ingresó la primera parte y, desde luego, a años luz de los más de ciento
cincuenta que logró embolsarse Los juegos del hambre, cinta que llegará a
España el veinte de abril y que, ésta sí, se ha convertido en todo un fenómeno
literario y cinematográfico en el país anglosajón, al obtener más de doscientos
cincuenta millones en apenas diez días con una inversión de menos de ochenta.
En la misma línea de Furia de titanes, el reparto lo integran intérpretes muy
sobresalientes, con Liam Neeson y Ralph Fiennes a la cabeza, pero este trabajo
no será de los mencionados cuando se recuerden sus trayectorias profesionales.
Trailer en castellano:
Trailer en versión original:
Datos del film:
Película: Ira de titanes 3D. Título original: Wrath of the titans.Trailer en castellano:
Trailer en versión original:
Datos del film:
Dirección: Jonathan Liebesman.
Países: USA y España. Año: 2012. Duración: 99 min. Género: Acción, fantástico.
Interpretación: Sam Worthington (Perseo), Liam Neeson (Zeus), Ralph Fiennes (Hades), Danny Huston (Poseidón), Toby Kebbell (Agénor), Bill Nighy (Hefesto), Rosamund Pike (Andrómeda), Edgar Ramírez (Ares).
Guion: Dan Mazeau, David Leslie Johnson y Steven Knight; basado en un argumento de Greg Berlanti, David Johnson y Dan Mazeau.
Producción: Basil Iwanyk y Polly Johnsen.
Música: Javier Navarrete.
Fotografía: Ben Davis.
Montaje: Martin Walsh.
Diseño de producción: Charles Wood.
Vestuario: Jany Temime.
2 comentarios:
La primera me gustó mucho, pero la segunda no creo que la vea en el cine..Un abrazo!
Si la primera te gustó mucho no creo que esta segunda te decepcione. En muchos aspectos es similar y tiene partes que incluso son mejores. Lo que me pasa a mí es que es una temática que me atrae poco y me pareció repetitiva.
Un abrazo!
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