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viernes, 24 de septiembre de 2021

DUNE


Rodar una nueva versión de “Dune” resultaba un reto muy complejo, y no solamente por las dificultades que entraña una historia como la que cuenta Frank Herbert en su novela, sino porque la trama parecía perseguida por una especie de maldición en cuanto a su adaptación al cine. Hubo varios proyectos previos que terminaron por cancelarse y la película de David Lynch que sí llegó a las salas de proyección, cosechó un sonado fracaso. Por esa razón, al darse a conocer la noticia de la puesta en marcha de otro rodaje sobre el célebre libro, retornó la sensación de un nuevo infortunio asociado a su resultado final. Sin embargo, Denis Villeneuve ha logrado con su buen hacer erradicar cualquier mal augurio.

En mi opinión, el director canadiense se alza como uno de los mejores cineastas del panorama actual. Su labor en “Sicario” constituye un perfecto manual de aprendizaje sobre la narración cinematográfica y su trabajo en “La llegada” supone también otro ejemplo de su enorme capacidad para condensar en un mismo plano diversas emociones. Ya cuando se embarcó en el arriesgado (y casi sacrílego) objetivo de sacar adelante una segunda parte de “Blade Runner”, demostró que no le asustaban los desafíos elevados y que era capaz de no ensombrecer el buen nombre de la emblemática cinta dirigida por Ridley Scott en 1982. Fue, sin duda, un antecedente adecuado para afrontar años después un reto como el presente.

“Dune” se trata de un título especialmente destinado a los amantes de la ciencia ficción. Los aficionados a un cine más convencional, acostumbrados a las habituales reglas del drama y la comedia, tal vez se sientan sobrepasados por este torbellino visual cuyo extenso metraje (quizás excesivo) puede saturar a quienes no sientan especial predilección por la fantasía y la imaginación desbordada. Por el contrario, los defensores del género disfrutarán con su excelente puesta en escena, su notable intensidad narrativa durante casi toda la proyección y el cuidado y estudiado tratamiento de los personajes.  

Varias familias se disputan el dominio sobre Arrakis, un lugar rico en sustancias muy valiosas y codiciadas en todo el Universo. El duque Leto y los suyos llegan a dicho planeta para recuperar la tradicional posición de sus antepasados allí, pero pronto se verán envueltos en una trama de traiciones y engaños que les llevarán a cuestionar su confianza entre sus más allegados y a enfrentarse con duros enemigos.

El film combina con destreza la aventura más clásica con un estilo visual rompedor. Los aspectos técnicos se abordan con esmero y, lo que es más importante, sirven para apuntalar la consistencia del largometraje. A ratos parece querer descolocar al público, ofreciéndole por un lado una pausada alegoría filosófica, más cercana a los tradicionales temas universales de la literatura y por otro, un remolino de tensión y acción. Personalmente yo hubiese acortado la duración pero, más allá del tiempo necesario para trasladar el relato a imágenes, Villeneuve sale indemne de misiones imposibles y agranda su leyenda como cineasta con mayúsculas.

Dentro del elenco de actores destacan varios nombres. Oscar Isaac posee una filmografía muy interesante. Sus interpretaciones en “El año más violento” o “A propósito de Llewyn Davis” contienen muchos quilates. Versado ya en la ciencia ficción tras sus apariciones en la tercera trilogía de “Star Wars” y en “X-Men”, aporta presencia y solidez a la gran pantalla. Stellan Skarsgård, probablemente el actor sueco más prolífico de la industria norteamericana gracias a sus actuaciones desde “El indomable Will Hunting” hasta “Piratas del Caribe”, ha participado en un elevado número de superproducciones. Por el contrario, el joven Timothée Chalamet apenas comienza su carrera. Sus interpretaciones en “Call Me by Your Name” y “Lady Bird” son dignas de atención, aunque todavía le queda un gran recorrido por delante. Les acompañan algunas estrellas mediáticas, como Zendaya y Jason Momoa, además de figuras de renombre como Josh Brolin, Charlotte Rampling y Javier Bardem.



viernes, 26 de abril de 2019

VENGADORES: ENDGAME (Avengers: Endgame)

“Los vengadores: Endgame” dura tres interminables horas de proyección. De hecho, la anterior entrega de la saga, cuyo título “Infinity War” ya era todo un presagio, superaba los ciento cincuenta minutos de duración. Y es que, por lo visto, el objetivo esencial de la factoría Marvel parece centrarse en progresar cinematográficamente a través de títulos cada vez más desmesurados. La envergadura de sus proyectos debe ser descomunal y su resultado, lo más grandilocuente posible. Al principio se esmeró en los aspectos técnicos y los efectos especiales pero, cuando ya no quedaba margen para avanzar por esos terrenos, apostó por introducir una mayor número de superhéroes en cada nuevo largometraje, provocando un auténtico apelotonamiento de estrellas obligadas a darse codazos entre sí para conseguir un plano. Y ahora, sin más valientes con superpoderes de los que echar mano, se ha dedicado a estirar el metraje hasta límites más allá de lo tolerable para unas historias con estas características. A este paso, la gran productora va a morir de éxito incrementando sus cifras con cada nuevo estreno. Así, hasta el colapso final. 
Conste que soy un aficionado al género del cómic y me gustan mucho algunas de sus muestras. Por ejemplo, me sorprendió gratamente la primera trilogía de Sam Raimi sobre “Spiderman”, disfruté con alguna de las aventuras de “Capitán América”, reconocí los méritos de “Doctor Strange” y me divertí bastante con la inicial “Guardianes de la galaxia”. Sin embargo, esta actual deriva sustentada sobre una loa constante a la desproporción -traducida en propuestas colosales e inmensas recreaciones- me satura hasta el punto de conducirme a la indiferencia. Es preciso disponer de un buen guion, una trama interesante y unos personajes atractivos para sostener durante más de ciento ochenta minutos un elevado nivel de calidad y para mantener un mínimo grado de interés en el público. Y no es el caso. 
El film posee aciertos incuestionables que no negaré. Resulta visualmente cuidado, técnicamente preciso, con numerosos momentos cumbre y un elenco de actores y actrices portentoso. No obstante, la oferta me agota, la sobredosis de perfiles me harta y ese empeño artificial de encajar unas piezas que no pertenecen a este puzle me carga. No me cabe duda de que reventará la taquilla y acumulará nominaciones dentro de las categorías técnicas pero, en honor a la verdad, aquí hay poco cine. Se trata tan sólo de otra manifestación de la industria dirigida a exprimir una fórmula eficaz para recaudar dinero (lo que, por otra parte, no es en sí mismo criticable). Sin embargo, si a cualquier manifestación artística únicamente se le percibe esa intención, se desvirtúa y desnaturaliza hasta resultar irreconocible. 
Tras los devastadores sucesos ocurridos en “Vengadores: Infinity War”, el universo ha quedado en ruinas. El panorama no se vislumbra optimista en absoluto, pero un grupo encabezado por Capitán América, Viuda Negra, Hulk y Thor tratará de revertir los efectos de la catástrofe provocada por el malvado Thanos. Los Vengadores deberán reunirse para neutralizar sus acciones y restaurar el orden en la galaxia de una vez por todas. Contarán para ello con nuevos aliados, como la Capitana Marvel o Ant-Man. 
Detenerme una por una en todas las estrellas que aparecen en pantalla también alargaría en exceso esta crítica, por lo que me limitaré a nombrarlas. Son, entre otras, Robert Downey Jr., Brie Larson, Chris Hemsworth, Chris Evans, Mark Ruffalo, Scarlett Johansson, Tom Holland, Josh Brolin, Gwyneth Paltrow, Don Cheadle, Bradley Cooper (poniendo solamente su voz en la versión original), Jeremy Renner, Tessa Thompson, Michelle Pfeiffer o Tilda Swinton, a cargo de consolidadas o prometedoras carreras en su haber y con títulos destacados a sus espaldas, pero que aquí figuran como mero relleno.

Trailer en castellano:



Trailer en versión original:



Datos del filme
Título original: Avengers: Endgame 
Año: 2019
Duración: 181 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Anthony Russo, Joe Russo
Guion: Christopher Markus, Stephen McFeely (Cómic: Jack Kirby, Jim Starlin)
Música: Alan Silvestri
Fotografía: Trent Opaloch
Reparto: Robert Downey Jr., Chris Evans, Chris Hemsworth, Scarlett Johansson, Mark Ruffalo, Jeremy Renner, Brie Larson, Karen Gillan, Paul Rudd, Danai Gurira, Josh Brolin, Gwyneth Paltrow, Don Cheadle

viernes, 29 de junio de 2018

SICARIO: EL DÍA DEL SOLDADO (Sicario: Day of the Soldado)

“Sicario”, estrenada en 2015, es una gran película. Más allá de sus reconocimientos en premios y festivales (entre ellos, tres nominaciones a los Oscar y otros tres a los BAFTA británicos) se trata de una propuesta sólida, contundente, con una carga visual, una intensidad narrativa y una corrección interpretativa muy destacadas. Con el solvente cineasta Denis Villeneuve en la dirección, se convirtió en una de las propuestas revelación de aquel año y, sin duda, en el film de acción de la temporada. La llegada a las carteleras su segunda parte, “Sicario: El día del soldado” y el elevado listón de su predecesora, unido a algunas bajas importantes dentro el equipo, auguraba cierto declive que, finalmente, no ha resultado en exceso pronunciado, puesto que mantiene gran parte de los méritos de aquella otra cinta estrenada hace tres años. Ahora bien, todo lo destacado de “Sicario: El día del soldado” ha sido heredado de “Sicario” o es, directamente, una copia. Se aprovecha del buen sabor de boca que dejó la anterior entrega y que todavía perdura, de modo que muchos espectadores ya entran en la sala de proyección con una adecuada predisposición. Incluso algunos de sus planos son una reiteración otros vistos ya en su momento, tanto en lo que se refiere a la estética como al ritmo y el encuadre. No tengo muy claro si considerar esta estrategia como un acierto o un error, pero lo cierto es que, gracias a ella, esta nueva propuesta funciona. Es más, cuando se da una vuelta de tuerca es cuando resulta más patente que se trata de una obra a la sombra de otra superior. Es más violenta e incluso más oscura, pero no por ello mejora el trabajo de Villeneuve. 
El italiano Stefano Sollima, responsable de series televisivas tan contundentes como “Gomorra” o “Roma criminal”, corre a cargo de la dirección. Es evidente que conoce las técnicas del thriller y la acción, por lo que el resultado no desentonará ni tampoco decepcionará a los fieles aficionados al género. No obstante, yo sigo prefiriendo el título de 2015. 
El agente de la CIA Matt Graver vuelve a aliarse con Alejandro, un hombre al margen de convencionalismos y que no teme luchar contra los criminales más terribles utilizando las técnicas más efectivas. Eso es justamente lo que necesitan cuando los dos se encuentran luchando contra los cárteles de la droga en la frontera entre México y Estados Unidos y se percatan de peligrosas alianzas entre narcos y terroristas, lo que hará todavía más cruenta y devastadora la pugna entre ambos bandos. 
En esta ocasión se echan de menos el acertado sentido artístico de Villeneuve y el personaje que, interpretado por Emily Blunt, aportaba equilibrio en semejante cóctel de delincuencia extrema. Pese a todo, conserva un grado suficiente de entretenimiento para enganchar, aunque considero que su afán por magnificar la violencia para hacer evolucionar la historia le termina perjudicando, aunque nunca cae en el absurdo ni en la desproporción desmesurada. 
Los actores Josh Brolin y Benicio del Toro llevan sobre sus espaldas el peso del largometraje. El primero mantiene la talla de sus anteriores actuaciones. Sus papeles en “Gangster Squad. Brigada de élite”, “American Gangster” o “No es país para viejos” constituyen bagaje de sobra para construir un sólido perfil. Lo de Benicio del Toro, sin embargo, es punto y aparte. Su habilidad para lanzar esa mirada de loco peligroso al mismo tiempo que una media sonrisa de pícaro irónico desconcierta e hipnotiza al espectador más versado en villanos y héroes. Su Oscar por “Traffic” y sus participaciones en cintas como “21 gramos”, “Sospechosos habituales” y la propia “Sicario” le hacen merecedor de subir al podio de los actores más sugestivos, como hiciera John Malkovich en sus mejores tiempos. Les acompañan en el reparto Catherine Keener (“La intérprete”, “Déjame salir”) y Matthew Modine (“Vidas cruzadas”, “La chaqueta metálica”).

Trailer en castellano


Trailer en versión original


Datos del film

Título original: Sicario: Day of the Soldado
Año: 2018
Duración: 122 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Stefano Sollima
Guion: Taylor Sheridan
Música: Hildur Guðnadóttir
Fotografía: Dariusz Wolski
Reparto: Benicio del Toro, Josh Brolin, Matthew Modine, Catherine Keener

viernes, 18 de mayo de 2018

DEADPOOL 2

Reconozco que en varios momentos de “Deadpool 2” me reí con ganas, ya que mantiene esa irreverencia insolente recubierta con cierta genialidad para burlarse de todo. La combinación de vulgaridad casposa y humor corrosivo funciona en numerosas fases del metraje. Y es precisamente ese aire desenfadado el que salva la película, ya que la acción, los héroes y los villanos solo pueden digerirse porque están rebozados de una picante capa de comicidad. Sin embargo, desde un punto de vista cinematográfico, sus carencias resultan tan evidentes como la desproporción de esta segunda parte. El largometraje es una concatenación de “gags” que resultarían igual de efectivos si se hubiesen equivocado en la sala de montaje al ordenar las escenas. De la misma forma que el tráiler por sí solo ya arrancaba alguna sonrisa, o el famoso vídeo de promoción junto al ex futbolista David Beckham parecía muy divertido, lo mismo sucede con numerosas secuencias del film. En ese sentido, considerando que el divertimento es su principal (más bien, su único) objetivo, justo es reconocerle que lo alcanza. Cuestión distinta supone valorar la historia, la narración, el estilo, el ritmo, la puesta en escena, es decir, el producto cinematográfico. Y en ese ámbito los déficits son importantes. 
Como ya me sucediera con títulos como la primera parte de “Kick-Ass” o alguna de las entregas de “Austin Powers”, la descontrolada furia aderezada de gracia de la una y el desenfreno ocurrente de la otra me hicieron disfrutar durante varias tramos de la proyección, si bien su visión en conjunto me produjo mayor pereza. En el caso de “Deadpool 2”, su afán por la parodia -incluyendo la autoparodia- se agradece y, además, neutraliza el peligro de fomentar la grandilocuencia y el exceso. Explosiones, persecuciones, huidas y peleas se diluyen en su propia desproporción, dado que la sobredosis de chistes y gracias nos recuerda que nada de lo que se ve debe tomarse en serio y que todo está al servicio de una mofa, a veces ingeniosa, a veces chabacana, pero siempre irónica. 
Dirige David Leitch, un experimentado especialista que ha participado coreografiando secuencias de acción y sustituyendo en las escenas peligrosas a los protagonistas de títulos tan destacados como “El ultimátum de Bourne”, “V de Vendetta” o “Sr. y Sra. Smith”. Como realizador ha firmado la decepcionante “Atómica”, junto a Charlize Theron y la irregular “John Wick” (si bien su labor no aparezca reflejada en los títulos de crédito). Consigue adaptarse bien a un producto muy marcado por el descaro. Lo que cuenta, en realidad, da igual. No ofrece una trama convencional, pero tampoco lo pretende. En esta parodia desmesurada lo único que cuenta es la capacidad para provocar. El toque gamberro constituye la auténtica marca que define a una saga que, como ya era previsible, ha anunciado su tercera entrega. 
Ryan Reynolds vuelve a interpretar a la dualidad Wade Wilson/Deadpool. Se trata de un intérprete con muchos y sonoros desatinos en su carrera profesional, pero también con algunos trabajos interesantes (“Buried”, “Definitivamente, quizás”). Su intención de explotar el éxito de esta franquicia en “X-Force” y “Deadpool 3” y de reiterar errores pasados como participar en una segunda parte de “El otro guardaespaldas”, evidencia su errática trayectoria. Le acompañan Josh Brolin (“No es país para viejos”, “Mi nombre es Harvey Milk”, “Sicario”), Morena Baccarin (vista en la serie televisiva “Homeland”), Zazie Beetz (“Geostorm”) y Brianna Hildebrand (“First Girl I Loved”). Todos ellos se entregan a este descaro políticamente incorrecto y cinematográficamente discutible, pero humorísticamente efectivo.

Trailer en castellano


Trailer en versión original


Datos del film
Título original: Deadpool 2
Año: 2018
Duración: 111 min.
País: Estados Unidos
Dirección: David Leitch
Guion: Rhett Reese, Paul Wernick, Ryan Reynolds (Cómic: Rob Liefeld, Fabian Nicieza)
Música: Tyler Bates
Fotografía: Jonathan Sela
Reparto: Ryan Reynolds, Zazie Beetz, Josh Brolin, Morena Baccarin, T.J. Miller

viernes, 27 de abril de 2018

VENGADORES: Infinity War (Avengers: Infinity War)

Hay quien se plantea el cine como una reivindicación constante del “más difícil todavía”, a la manera de un tradicional espectáculo circense. Sin embargo, teniendo en cuenta el actual nivel de progreso tecnológico, tratar de competir sobre la base de un mayor realismo de los efectos especiales o de una grandilocuencia superlativa de las escenas de acción comienza a resultar difícil, por no decir imposible. Así las cosas y como vía de progresión, el mundo del cómic parece haber optado por acumular en un mismo plano más y más héroes. Ya no se ruedan películas de Spiderman, ni tampoco de Ironman o Hulk. Ahora se trata de reunirlos uno a uno, cuantos más mejor y al mismo tiempo. En un único largometraje figuran todos ellos, conformando un auténtico apelotonamiento de seres poderosos que inunda la gran pantalla. Si la factoría “DC” unió a Superman y a Batman, su competencia de “Marvel” no se contentó con aglutinar en la primera entrega de “Los Vengadores” a nada menos que cinco personajes (“Ironman”, “Capitán América”, “Hulk”, “Thor” y “La viuda negra”), sino que en la última apretujó aún más si cabe a los protagonistas, para incluir a “Spiderman”, “Pantera Negra”, el “Doctor Strange” y los integrantes de la saga “Guardianes de la galaxia”, entre otros. 
No puedo discutir sobre su elevada calidad técnica e, incluso, estoy dispuesto a reconocer su acertado ritmo narrativo. Pero, contemplada en su conjunto, “Los Vengadores: Infinity War” me parece una apresurada y caótica carrera cuyo único fin radica en apabullar visualmente al espectador, alienándolo por medio de un atracón de superhéroes. Para no dejar lugar a dudas, no soy en absoluto reacio al género cinematográfico proveniente del cómic. De hecho, me gustaron los trabajos de Sam Raimi sobre “Spiderman”, soy un gran devoto de la labor realizada por Christopher Nolan con “Batman”, admiro varias de las cintas de los “X-Men” (la última, “Logan”, me parece una pequeña joya) y hasta disfruté con las aventuras iniciales de “Capitán América”. Pero en este estreno de “Los Vengadores” me ha resultado más patente que nunca la artificialidad de la producción y la carencia de un guion capaz de estar a la altura de los grandes títulos del género. 
Es innegable que se conduce al público sobre una montaña rusa a través de un sinfín de secuencias asombrosas, pero con un metraje tan excesivo (dos horas y media) que terminé consultando el reloj en varias ocasiones. Por lo visto, los productores no han compartido esta sensación, ya que se han puesto manos a la obra en “Los Vengadores: Infinity War 2ª parte” para su estreno en 2019. Confieso que me surge la curiosidad de a qué nuevo superhéroe pretenden añadir, en el hipotético caso de que quepa alguno más. 
Un nuevo peligro acecha a la Humanidad. Thanos, el infame tirano intergaláctico, se traza el objetivo de reunir las seis Gemas del Infinito, unos artefactos de poder inimaginable que pretende usar para imponer su perversa voluntad. “Los Vengadores” y sus aliados deberán luchar contra el mayor villano al que jamás se han enfrentado y evitar de ese modo que se haga con el control de la galaxia. Es más que probable que el film agrade a los aficionados de la saga. Como ya he indicado anteriormente, los méritos que presenta no pueden obviarse. En cualquier caso, no seré yo quien vea ese futuro proyecto previsto para el próximo año. Sé que voy contracorriente, pero mi saturación es absoluta, al margen de que “Loki” siempre me ha parecido un malvado muy por debajo de sus contrincantes. 
Como es lógico, el elenco de actores resulta tan interminable como, ciertamente, destacado. Scarlett Johansson, Chris Evans, Chris Hemsworth, Benedict Cumberbatch, Mark Ruffalo, Tom Holland, Josh Brolin, Zoe Saldana, Robert Downey Jr., Gwyneth Paltrow, Michael Douglas o Idris Elba representan una pequeña parte de ese extensísimo casting que colapsa las pantallas. Entre semejante aluvión de estrellas no es fácil destacar. Ahora bien, apuesto a que lo han pasado genial rodando el largometraje.

Trailer en castellano


Trailer en versión original


Datos del film

Título original: Avengers: Infinity War
Año: 2018
Duración: 156 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Anthony Russo, Joe Russo
Guion: Christopher Markus, Stephen McFeely (Cómic: Jack Kirby, Jim Starlin)
Música: Alan Silvestri
Fotografía: Trent Opaloch
Reparto: Robert Downey Jr., Chris Evans, Scarlett Johansson, Chris Hemsworth, Chris Pratt, Samuel L. Jackson, Josh Brolin, Elizabeth Olsen, Jeremy Renner, Tom Holland, Benedict Cumberbatch, Chadwick Boseman, Brie Larson, Pom Klementieff, Terry Notary, Dave Bautista, Karen Gillan, Tessa Thompson, Zoe Saldana, Gwyneth Paltrow, Tom Hiddleston, Cobie Smulders, Paul Bettany, Sebastian Stan, Peter Dinklage, Paul Rudd, Benicio del Toro, Jon Favreau, Mark Ruffalo