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viernes, 23 de diciembre de 2022

AVATAR: EL SENTIDO DEL AGUA (Avatar: The Way of Water)



El cineasta James Cameron posee una innata capacidad para el éxito. Personalmente, considero su “Terminator 2: El juicio final” una joya del cine de acción. “Aliens. El regreso” fue, asimismo, digna sucesora de la emblemática cinta de Ridley Scott. En cuanto a “Abyss”, cuenta con unas dosis de entretenimiento más que aceptables. Y a “Titanic”, aunque no despierta en mí grandes pasiones, le reconozco tanto la pulcritud técnica como la habilidad narrativa. Hasta que llegó “Avatar” y, de nuevo, el director canadiense demostró sin discusión su destreza para jugar con las imágenes y apabullar visualmente. No obstante, su trama ya me interesó menos y comencé a observar la propuesta con distancia lo que, unido a un metraje extensísimo, menguó mis niveles de interés y diversión.

Sin embargo, Cameron quedó abducido por esta historia. Desconozco hasta qué punto tal abducción se debió al enorme triunfo de taquilla o sucedió a resultas de su voluntad creativa, pero el hecho cierto es que hipotecó una futura carrera al monopolizarla por el fenómeno “Avatar”, inventando una saga de cinco títulos. Ahora llega a las pantallas su segunda parte, “Avatar: El sentido del agua”, y se anuncian “Avatar 3” (Avatar: The Seed Bearer), “Avatar 4” (Avatar: The Tulkun Rider) y “Avatar 5” (Avatar: The Quest for Eywa). A mi juicio, se trata de un encasillamiento que le limita como artista pero que, sobre todo, representa lo que menos necesita el Séptimo Arte en la actualidad: otro serial eterno, interminable y reiterativo que nos acompañe durante décadas.

En cualquier caso, nos hallamos ante un creador hábil y experimentado. “Avatar: El sentido del agua” cuenta con numerosos méritos, la mayoría de tipo técnico, y evidencia un asombroso talento para abrumar en el aspecto visual, convirtiendo cada escena en un llamativo parque de atracciones a través de un ritmo frenético y unos mareantes movimientos de cámara. Constituye un espectáculo de luz y sonido como pocos y parece evidente que arrasará en la recaudación y que obtendrá los aplausos de millones de espectadores. Hasta ahí, nada que objetar.

Ahora bien, yo me atrevo a poner algunas objeciones. El realizador, en su afán por generar el más grande, más difícil y más desmesurado proyecto, ha empleado casi doscientos minutos de proyección, media hora más que la anterior entrega y, en mi opinión, le sobran minutos y le falta guion. El desenfreno de la montaña rusa en la que nos monta sirve durante un rato, pero no da para tanto. Dicho esto, todo parece indicar que formo parte de una minoría, puesto que el film opta a los Globos de Oro en las categorías de mejor película de drama y mejor dirección y, tanto la National Board of Review como el American Film Institute, la han incluido entre las diez mejores obras de año.

En los títulos de crédito aparece el actor Sam Worthington, quien ya intervino en el primer largometraje, además de en varias muestras de acción como “Terminator Salvation” o “Furia de titanes”. También integra el reparto Sigourney Weaver (nominada al Oscar por “Armas de mujer”, “Gorilas en la niebla” y la citada “Aliens”), Kate Winslet (ganadora de la estatuilla por “The Reader” y multicandidata por trabajos como “¡Olvídate de mí!”, “Sentido y sensibilidad” o la propia “Titanic”) y Zoe Saldana (“Guardianes de la galaxia”, “Star Trek” de J.J. Abrams). Obviamente, no cabe lucimiento interpretativo en una producción como esta, dado que los efectos especiales y la creación artificial de cuanto se refleja anula en buena medida la labor actoral de los participantes. Sinceramente, lamento que una figura de la talla de James Cameron se lleve dedicando en cuerpo y alma desde 2009 hasta 2028 (fecha prevista del estreno de “Avatar 5”) a este propósito. Hubiera sido preferible que se diversificara profesionalmente, teniendo en cuenta sus cualidades sobradamente demostradas.



viernes, 1 de noviembre de 2019

TERMINATOR: DESTINO OSCURO (Terminator: Dark Fate)

Vaya por delante mi reconocimiento de que esta nueva entrega de “Terminator” es sustancialmente mejor que las anteriores, una meta no demasiado complicada habida cuenta el listón tan bajo exhibido en “Terminator: Génesis” en 2015 y el agotamiento reflejado en “Terminator: Salvation” en 2009. En cualquier caso, el repunte de calidad de “Terminator: Destino oscuro” tras el continuo y pronunciado declive sufrido a partir de la llegada a las salas de proyección de “Terminator 2: El juicio final” (1991) -sin duda, la mejor de toda la saga- resulta incuestionable. Recuerdo perfectamente el día de su estreno, un cinco de diciembre de hace dieciocho años en el antiguo Cine Aguere de La Laguna. Un auténtico acontecimiento cinematográfico que cosechó cuatro premios Oscar, además del aplauso generalizado de crítica y público. 
Con este último, son seis los largometrajes producidos al amparo del célebre “cyborg” surgido de la mente de James Cameron. Existe incluso una serie de televisión basada en la vida de Sarah Connor. Nos hallamos, por tanto, ante un producto tan exprimido que ya ha dado todo de sí. Personalmente, disfruté mucho con su segunda parte, que sigo visionando con agrado cuando se emite por algún canal o plataforma. Sin embargo, cada nuevo proyecto supone la constatación de un intento fallido para progresar en la trama y mejorar el nivel de entretenimiento. Como sucede en tantísimos otros casos, las productoras se resisten a, una vez asumido el éxito alcanzado, lanzarse a explorar otros caminos y prefieren recrearse en las elevadas cifras de beneficios, estancándose así en un prolongado bucle que solo puede conducir al ocaso. 
Para empezar, la contemplación de un canoso Arnold Schwarzenegger representando a sus setenta y dos años a un indestructible robot cibernético resulta, como mínimo, patética. De hecho, conscientes de tal evidencia, los responsables del film le relegan a un segundo plano y otorgan un mayor protagonismo a la también veterana Linda Hamilton y a los jóvenes Mackenzie Davis (a la hemos visto en “Blade Runner 2049” y “Marte”), Edward Furlong y Gabriel Luna. No obstante, conviene también ser honestos y reconocer que quienes deciden acudir a ver una sexta aventura de “Terminator” lo hacen, en gran medida, movidos por la nostalgia de un pasado que no volverá y que, en consecuencia, abandonarán la butaca con un sabor de boca más amargo que dulce. 
Dirige Tim Miller, que debutó con la primera parte de “Deadpool” y que ha elegido para su segunda incursión detrás de la cámara este “Terminator: Destino oscuro”. No puede negarse que los efectos especiales son correctos, posee ritmo y las secuencias de acción están bien rodadas, pero numerosos planos y escenas recuerdan inevitablemente a aquellas primeras entregas y, puestos a comparar, no hay modo de superar el trabajo de James Cameron lustros atrás, cuando todavía no se había empecinado en rodar de forma ininterrumpida cuatro secuelas de “Avatar”. 
Tras el día del Juicio Final, justo a continuación de los sucesos ocurridos en “Terminator 2”, Sarah Connor se verá obligada a luchar del lado de Grace. De ellas dependerá el futuro de la Humanidad, gravemente amenazado por un nuevo y poderoso Terminator recién enviado del futuro. Para esta nueva batalla, recibirán la ayuda del anticuado modelo T-800. 
En honor a la verdad, creo que es la saga la que necesita un verdadero “Terminator” que acabe con ella de una vez. Es hora de pasar página. Y, si se quiere rememorar los viejos tiempos, basta con echar la vista atrás y recuperar las obras iniciales. Esta perversa tendencia de la industria de Hollywood a eternizar los personajes y prolongar más allá de lo necesario las tramas a base de quintas, sextas o séptimas partes, ha degenerado en una epidemia peligrosa. En otras palabras, en una práctica enfermiza y decadente de lo que, se supone, encierra una expresión artística.

Trailer en castellano


Trailer en versión original


Datos del filme

Título original: Terminator: Dark Fate
Año: 2019
Duración: 128 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Tim Miller
Guion: David S. Goyer, Billy Ray, Justin Rhodes (Historia: James Cameron, Charles H. Eglee, Josh Friedman, David S. Goyer, Justin Rhodes. Personajes: James Cameron, Gale Anne Hurd)
Música: Junkie XL
Fotografía: Ken Seng
Reparto: Linda Hamilton, Arnold Schwarzenegger, Mackenzie Davis, Natalia Reyes, Gabriel Luna

viernes, 15 de febrero de 2019

ALITA: ÁNGEL DE COMBATE (Alita: Battle Angel)

“Alita: Ángel de combate” es una producción que se sitúa a medio camino entre el cine de animación y el de imagen real, entre la acción trepidante y cierta esencia mística trascendental, entre la carcasa colorida y un atisbo de sólida historia. Pero no se encuentra en un punto equidistante entre todas esas realidades tan alejadas entre sí. Priman indiscutiblemente el ritmo y el encandilamiento sensorial, lo que no debe entenderse como una crítica, pues el entretenimiento forma parte de la naturaleza del cine. Aunque de forma irregular, consigue distraer a los espectadores con su vivacidad y su estilo futurista nacido de complejos programas de ordenador. Su principal problema estriba en las más de dos horas de metraje, ya que mantener un nivel elevado de mera distracción placentera exige recurrir a algo más que a un diseño de producción vistoso y a un compás acelerado. De ahí que, en ocasiones, a uno le asalte la duda de qué es realmente lo que le están contando y si, además, tiene interés. Y es justamente ante esas respuestas donde se ponen de manifiesto sus carencias. 
Nunca he sido un aficionado a la filmografía de Robert Rodríguez. En mi opinión, está plagada de demasiados excesos sin sentido. El realizador pertenece a esa clase de artistas que pretenden destacar a base de exageraciones. Títulos como “El mariachi”, “Desperado”, “Abierto hasta el amanecer”, “El mejicano”, las dos entregas de “Sin City” o “Grindhouse: Planet Terror” muestran aciertos y chispas de brillantez, pero siempre me dejan con la sensación de ser fogonazos discontinuos y alejados de una verdadera intención de contar historias, simples pretensiones de sobresalir por medio de excentricidades y provocaciones. Aun así, creo que “Alita: Ángel de combate” se halla entre sus mejores trabajos y, gracias a un hoja de ruta dotada de cierto sentido, acompasa en mayor medida la tendencia de Rodríguez a desbocarse. 
Adaptación de un “manga” de Yukito Kishiro, la trama se desarrolla en el siglo XXVI. Alita es una cyborg semi-humana a la que rescata de entre la chatarra el Doctor Dyson Ido, un científico que la reconstruye y la adopta como si fuera su propia hija. Conforme pasa el tiempo queda patente que Alita posee unas habilidades de combate portentosas. Incapaz de recordar su pasado, la joven cyborg se pondrá a prueba frente a situaciones que hacen florecer sus dotes para la lucha y así poder obtener respuestas sobre su origen. De ese modo iniciará una aventura que la llevará a descubrir quién es realmente. 
La cinta refleja también la influencia de su otro autor, James Cameron, en este caso ejerciendo las facetas de productor y guionista. El famoso creador de “Terminator”, “Avatar”, “Abyss” o “Titanic” es habilidoso con la narración y el montaje y, a mi juicio, traza un determinado camino con la intención de que Robert Rodríguez no se pierda, aunque para ello los personajes queden más planos y desenfocados que en sus célebres películas anteriores. Como consecuencia, el resultado final resulta agridulce, ya que se constata un titánico esfuerzo técnico y visual que choca con un guion poco elaborado. 
La protagonista del film es Rosa Salazar, a la que hemos visto en la saga de “El corredor del laberinto” y en alguna entrega de “Divergente”. Le acompañan auténticos pesos pesados de la interpretación como Christoph Waltz, dos veces ganador del Oscar (por “Django desencadenado” y “Malditos bastardos”) y que, fuera del universo particular de Tarantino, también ha destacado en “Un Dios salvaje”, Jennifer Connelly (también con una estatuilla dorada de Hollywood por “Una mente maravillosa” y deslumbrante en “Casa de arena y niebla” y “Diamante de sangre”), Mahershala Ali (que cuenta asimismo con el máximo premio de la Academia de Hollywood por “Moonlight” y puede repetir triunfo en su recient candidatura por “Green Book”) y el siempre inquietante Jackie Earle Haley (“Juegos secretos”, “Watchmen”).

Trailer en castellano:



Trailer en versión original



Datos del filme:

Título original: Alita, Battle Angel
Año: 2019
Duración: 121 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Robert Rodriguez
Guion: James Cameron, Laeta Kalogridis, Robert Rodriguez (Novela gráfica: Yukito Kishiro)
Música: Junkie XL
Fotografía: Bill Pope
Reparto: Rosa Salazar, Christoph Waltz, Jennifer Connelly, Jackie Earle Haley